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31 ago (EFE).- El fichaje del internacional uruguayo Diego Forlán por el Inter de Milán para las dos próximas temporadas ha puesto la guinda a un mercado de verano que, como viene ocurriendo en los últimos años en Italia ha llenado de acento español el «calcio».

Forlán, con 32 goles en cuatro temporadas vestido de rojiblanco, ha aterrizado en Milán como un verdadero héroe, a pesar de que, según los medios, el Inter solo ha tenido que pagar 5 millones de euros (7,2 millones de dólares) para hacerse con sus servicios.

Al mismo tiempo que se oficializaba el fichaje de Forlán, el Inter sorprendía a sus aficionados con la cesión por una temporada del argentino Mauro Zárate, hasta hoy en el Lazio, por el que ha pagado cerca de 3 millones de euros (4,2 millones de dólares).

Otra sorpresa de última hora ha sido el fichaje del centrocampista argentino del Real Madrid Fernando Gago por el Roma, que llega cedido una temporada.

Futbolistas uruguayos, chilenos y argentinos han seguido los pasos de otros latinoamericanos como Edinson Cavani (Nápoles) o Javier Zanetti (Inter), quienes un día también decidieron cruzar el charco para buscar suerte en los clubes de la Serie A italiana.

La mayoría de las nuevas promesas llegan acompañadas de un pasaporte europeo que facilita su integración en la Primera División italiana, que limita fuertemente la presencia de futbolistas no pertenecientes a la Unión Europea en los clubes.

Es el caso del jovencísimo Erik Lamela, un argentino de 19 años con pasaporte español, que el pasado mes de julio se convirtió en uno de los fichajes más celebrados del Roma, que pagó cerca de 12 millones de euros (17,2 millones de dólares) al River Plate.

Su compatriota Pablo Daniel Osvaldo, proveniente del Espanyol y pretendido por otros equipos europeos como el Atlético de Madrid, dio recientemente el sí al nuevo proyecto del Roma, que tuvo que desembolsar 15 millones de euros (21,5 millones de dólares), más 2,5 (3,2) de variables para cerrar su fichaje.

También procedentes de la Liga española, uno de los mercados más tanteados por los clubes italianos este verano, llegaron los españoles José Ángel Valdés, que dejó el Sporting de Gijón por cerca de 5 millones de euros (7,1), y Bojan Krkic por 12 millones (17,2), una de las perlas de la cantera azulgrana que no terminaba de entrar en los planes de Pep Guardiola y que en Italia fue recibido con los brazos abiertos.

Sin embargo, el fichaje más aclamado por los aficionados «giallorossi» fue el del técnico español Luis Enrique Martínez, discípulo de Guardiola y su fútbol de ensueño, pero al que estos días Italia considera culpable de la eliminación del Roma de la Liga Europa.

Otros dos españoles, Sergio Contán y José Ángel Crespo, han recalado en las filas de los modestos Catania y Bolonia, mientras que los argentinos Sergio Romero y Germán Denis han hecho lo propio en el Sampdoria y el recién ascendido Atalanta, que comenzará el campeonato liguero con 6 puntos menos por su implicación en un fraude de apuestas deportivas en Italia.

Este año no ha habido, sin embargo, fichajes de jugadores brasileños, una ausencia que rompe con una tradición habitual del «calcio», en el que actualmente juegan internacionales como Robinho y Pato (Milan), y donde hace años triunfaron grandes estrellas como Ronaldo, Roberto Carlos o Kaká.

En cuanto a los movimientos internos, además de la sorpresa del fichaje de Zárate por el Inter, destaca la marcha del Milan del veterano italiano Andrea Pirlo, que ha llegado gratis al Juventus de Turín, quien también se ha reforzado con el chileno Arturo Vidal.

En la otra cara de la moneda, han sido bastante sonadas las salidas del camerunés Samuel Eto’o, que abandonó el club «interista» para fichar por el Anzhi ruso y convertirse en el futbolista mejor pagado del mundo, con 20 millones de euros (28,7) anuales, y el argentino Javier Pastore, cuyo traspaso desde el Palermo al París Saint-Germain rondó los 42 millones de euros (60,3).

El chileno Alexis Sánchez protagonizó otro de los culebrones del verano hasta que se concretó su fichaje por el Barcelona a cambio de cerca de 26 millones (37,3), que podrían llegar a 37,5 (52,5) si se cumplen los objetivos de los incentivos.

Los clubes italianos intentan sanear sus cuentas con la venta de muchas de sus estrellas, pero luchan por retener a otras, como el holandés Wesley Sneidjer (Inter) o el sueco exbarcelonista Zlatan Ibrahimovic (Milan), dos iconos de los equipos que suenan como grandes favoritos para alzarse con el «scudetto» el próximo mes de junio. EFE

Por ccarrera