La Intendencia de Policía de Pichincha decomisó 156 máquinas de una sala de juegos y clausuró el local en Sangolquí.
Los miembros policiales tomaron los datos de la serie de las máquinas antes de embarcarlas en camiones, aunque se devolvió el dinero que contenían a los propietarios.
Algunos de los empleados intentaron impedir el acceso de la Policía.
Además se quejaron de que estas acciones atentan contra su derecho de trabajar. Pues estos locales representan el sustento de sus familias.
Por su parte, Diego Rodríguez, intendente de Pichincha, dijo que de esta forma se cumple el mandato popular, expresado el pasado 7 de mayo en la consulta, que dispone la eliminación de los juegos de azar en el país.
“Estamos procediendo según la Ley, estamos llevándo las máquinas a un lugar seguro”, aseguró.
En total decomisaron 156 máquinas de juego. En la mayoría de ellas, se jugaba con monedas de un dólar y fueron llevadas hasta las bodegas de la Policía, donde sus propietarios deberán firmar un acta de compromiso que no volverán a operar en el país.
Hasta el momento, en Pichincha, van dos locales de este tipo cerrados. La Intendencia tenía previsto clausurar más, pero no lo logró.