El Ministerio de Agricultura declaró en estado de emergencia al sector bananero de nuestro país, debido a la estrepitosa baja de las exportaciones del producto. Hasta ahora no se han emitido planes de contingencia para enfrentar la crisis que se avecina desde los países desarrolados.
Durante la intervención del primer mandatario y sus ministros en el informe de labores del 10 de agosto, ni siquiera se pronunció este álgido y delicado problema.
Otra vez nos sorprenderá sin las precauciones necesarias, una crisis que se veía venir desde hace meses. Pues dependemos de las grandes economías. Si ellas se desploman, nosotros también.
Organizaciones como el Alba y la Unasur, deberían tener planes financieros para prevenir una debacle.