En los últimos días se han convocado movilizaciones para protestar en contra del manejo de la cultura, en el Ministerio del ramo. Sobre todo manejando un manifiesto muy reactivo, en el que se ha pedido incluso la dimisión de la ministra, Erika Silva.
Es cierto que falta espacio para el trabajo de actores, bailarines y demás artistas, pero en lugar de ser una simple contraposición a la administración, se debe presentar propuestas concretas, sin mayores enfrentamientos.
Además, la poca convocatoria que tuvo este movimiento, denotó que los artistas ecuatorianos no se sienten representados por ellos. Al contrarion también se han mostrado indicios de organización paralela e incluso anterior, en la que se propone un manifiesto coherente y consensuado.
