Vie. Nov 22nd, 2024

Un excesivo pago por concepto de multas sobre el uso de espacios verdes tiene molestos a los habitantes de esa comunidad.

En el sector de La Balvina, al sur de la ciudad, los moradores están perocupados por la multa de 131 mil dólares que les impuso el Municipio por no contar con espacios verdes. Según aseveran los pobladores de esa localidad el barrio fue legalizado recién en el mes de enero de este año.
Rosario Chiliguano, habitante del lugar, manifiesta que estos terrenos les fueron entregados a los vecinos hace más de 40 años, por lo que en ese periódo de tiempo ninguna autoridad se acercó para indicarles que era un requisito que todas las barriadas de la capital cuenten con un mínimo de áreas verdes.
La nueva normativa de la ciudad, faculta al Municipio a establecer multas por concepto de incumplimiento de normas ecológicas. Sin embargo lo que reclaman los lugareños de La Balvina es que, en su caso particular, la ley no es retroactiva, según el articulo 7 del Código Civil, reformado en 2004. Por ello, los dirigentes barriales consideran a esta sanción como ilegal.
Rosario Bustos, representante barrial, indicó que desde hace tres años, cuando se inició el proceso de regularización como barrio, la comunidad pagó un impuesto del 10% de sus haberes particulares en las arcas del cabildo, por concepto de la utilización de espacios verdes.
Pero al parecer esto no fue suficiente para las autoridades, quienes la semana pasada les informaron que debían cancelar una nueva multa.
Este hecho representa un problema para todos los que habitan en esta zona de la urbe, ya que la mayoría de ellos viven en condiciones pobreza, por lo que el pago de esta infracción representaría 700 dólares diarios por parte de todo el barrio durante 187 días.

Reseña histórica del lugar

El barrio La Balvina tiene su origen en las hacienda que llevaba el mismo nombre, y se estableció a las afueras del Quito de principios de siglo (1911). Según los moradores más antiguos del lugar, cuando el propietario de esta gran parcela de tierra decidió deshacerse de ella, dividió los terrenos entre sus trabajadores. Cuando entró en vigencia la reforma agraria en 1960, los nuevos dueños de estas tierras fueron reconocidos como tales, y así la posesión de las mismas ha pasado de generación en generación.

Por adm