Vie. Nov 22nd, 2024

La ayuda internacional no es suficiente para cientos de miles de refugiados que enfrentan los embates de la hambruna y la sequía.

Los refugiados han tenido que abandonar su territorio por causa de la hambruna existente en el país. Estas personas huyen a Kenia y están obligadas a resguardarse en campamentos con poca capacidad y en precarias condiciones sanitarias.

En el campo de refugiados de Dadaab en Kenia, el más grande del mundo, hay más de 400 mil personas , cuando este campamento tiene en realidad capacidad para apenas 90 mil. De estas personas la mayoría son somalíes que han caminando hasta cuatro semanas para huir de la crisis. Carecen de comida, agua y muchos de ellos mueren en el camino.
Somalia enfrenta un conflicto armado entre clanes que obliga a su población a escapar a estados vecinos, lo que intensifica la situación ya afectada por la grave sequía. Así como la presencia de grupos extremistas islamistas que impiden el paso de la ayuda humanitaria que envían los organismos internacionales.
A pesar de que hace varias semanas se habrían comprometido a liberar el paso al apoyo de alimentos.
A Dadaab llegan aproximadamente unas mil 400 personas diarias en condiciones muy precarias y deben pasar por varias etapas al arribar. En primer lugar tienen que anotarse en listas para recibir alimentación. En un transcurso de varias horas e incluso varios días.
Los afectados permanecen unos seis meses en precarias tiendas, antes de ser ubicadas en lugares donde reciben alimentación y ayuda de manera más regular.
Casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de habitantes, atraviesa la crisis, de los cuales 2,8 millones residen en el Sur.

Por adm