El actor mejor conocido como Quico, confesó en Perú que sostuvo un romance con ‘Doña Florinda’, actual esposa de Chespirito. Controversial.
Carlos Villagrán, conocido internacionalmente como ‘Quico’, como se denomina a su personaje en el programa El Chavo del 8, causó revuelo al declarar en un programa de televisión en Perú que sostuvo un romance con Florinda Meza, la famosa ‘Doña Florinda’, es decir su mamá en el conocido programa de televisión, estelarizado, dirigido y producido por Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’, esposo de la actriz en la vida real.
Esto que parece un trabalenguas ha causado controversia pues describiría un triángulo amoroso que explicaría la rivalidad conocida entre Villagrán y Gómez Bolaños, quien lo despidió del programa e intentó restringirle los derechos del personaje.
“No lo voy a negar. Fue durante el rodaje de El Chavo del 8 hace mucho tiempo”, reveló Villagrán.
ADIÓS AL ADULADO
‘Quico’ dio a conocer esta decisión el pasado miércoles en Lima, Perú, donde lleva a cabo su última gira del Circo de Quico.
Inconfundible por su traje de marinerito, su gorra de colores, su llanto que parece sirena de ambulancia descompuesta, ‘Quico’ fue parte de la Vecindad del Chavo y, durante décadas, objeto de disputa entre Roberto Gómez Bolaños y Villagrán, quien asegura que fue el creador del personaje, a pesar de que en el papel fue Gómez Bolaños quien le dio vida.
Ahora, Villagrán se da el lujo de anunciar la muerte de Quico: “Durante cuatro décadas he interpretado a ‘Quico’, pero ya decidí que sea Lima el lugar donde por última vez se presente. No soy el mismo de antes y la gente se merece respeto”, indicó el artista, quien presenta en esta ciudad un espectáculo de circo que lleva el nombre de su personaje.
Su estancia en Lima también fue aprovechada para cuestionarlo sobre la Chilindrina, quien también está en Perú para recibir un homenaje de parte del gobierno municipal. En un video publicado, se ve a Villagrán adoptar el personaje de Quico para responder la pregunta de si se reuniría con la Chilindrina. Con los cachetes inflados, el niño malcriado respondió: “Yo no me junto con esa chusma”.