Mientras unos se pelean entre que si alzan o no las tarifas del servicio eléctrico, lo cierto es, que todo es un llamado urgente al ahorro de energía. Por un lado, si el consumo es mayor a los 500 megavatios, las tarifas serán más altas a pagar. Pero por otro, la idiosincracia ecuatoriana, no es precisamente la del ahorro. Empresas públicas y privadas pagan exhorbitantes planillas de consumo eléctrico, por la falta de previsión.
Más allá del dinero que perdemos, es cuestión de ser conscientes con el Planeta, pues la energía eléctrica es producida por el agua, un recurso no renovable.
Evitemos dejar conectados los aparatos eléctricos que no usemos. Aprovechemos la luz del día y sobre todo, usemos lo que realmente requerimos.