Tras varios ataques de las FARC que dejaron al menos tres muertos, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos promete medidas.
El presidente explicó que el gobierno ayudará en la reconstrucción de viviendas dañadas en cualquier hostigamiento rebelde, pero también que la fuerza pública va a destruir cualquier casa que sea utilizada por los terroristas para atacar a la fuerza pública o a la población civil.
Estas declaraciones las dio en una reunión con altos mandos militares en Popayán, capital de Cauca, a unos 370 kilómetros al suroeste de Bogotá, en donde se registraron tres ataques atribuidos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según Juan Manuel Santos, los rebeldes saben que la fuerza pública no puede atacar o responder el fuego si proviene desde objetivos civiles, pero no explicó que ocurriría con los ocupantes de tales residencias y si la destrucción sería inmediata o tras una prolija investigación.
Entre otras de las medidas está la creación de un batallón del ejército en la zona de montaña del municipio de Tacueyó, en el norte de Cauca, porque esta región es utilizada como corredor para movilizarse a varios puntos del país.