Siempre nos quejamos de la falta de eficiencia de la Policía Nacional, pero también hay que tomar en cuenta el papel del sistema judicial del país. Es cierto que muchos de los uniformados hacen su trabajo para contrarrestar la inseguridad en la que vivimos, pero sus esfuerzos se ven mermados, cuando los delincuentes salen en libertad, a pesar de todo.
¿De qué depende? Quizá por la falta de una legislación clara y precisa ante estos casos. O también, porque la corrupción sigue siendo el pan de cada día en las Salas Penales, donde solo hace falta pasar unos cuantos miles de dólares para que se archiven los casos o simplemente se los declare inocentes. Este trabajo debe ser conjunto entre la Policía Nacional y el Sistema Judicial. Apuntando al mismo lado.