Es indiscutible que las medidas tomadas por el Cabildo capitalino no han dado los resultados esperados. El tránsito en las calles es imposible. Ya no existen horas pico, porque a toda hora las filas interminables de autos, retrasan al más puntual.
Lo que arroja que el ‘Pico y Placa’ ya dejó de ser funcional, por dos motivos. Primero, que nadie se arriesga a usar un sistema de transporte público en pésimo estado y segundo, porque la venta de automóviles es indiscriminada. Lo segundo implica, que debido a las facilidades para su adquisición, las familias tengan dos o tres automotores, para evadir el ‘Pico y Placa’. Entonces el flujo no disminuye en nada y las cogestiones siguen siendo el pan de cada día. A esto habrá que sumar, a los 6 mil taxis que serán integrados.