El ferrocarril ecuatoriano luce casi vacío. Además de unos cuantos trabajadores de las estaciones, no hay nadie que utilice este servicio, así lo asegura Marco Palacios, jefe de la estación de Guamote, quien además afirma que la mayoría de vistantes son turistas extrajeros, porque la gente nacional casí ni acude.
Por su parte Jorge Benavides, habitante de la zona de Alausí, ciudad por la que atraviesa la nueva ruta de este medio de transporte, menciona que desde que se inició el proyecto no se ha visto ningún cambio en la pobre economía del lugar.