En la calle Los Pinos, al norte de la capital, los vecinos trabajan en un proyecto de seguridad que lleva 8 años resguardando a la comunidad. La iniciativa consiste en trabajar en conjunto con la Policía Nacional, mediante alarmas y vigilancia continua.
Pero a pesar de las medidas que se han tomado en el sector, la inseguridad persiste. La mayoría de locales comerciales tienen rejas de protección para que sus dueños se reguarden de la delincuencia.
De acuerdo con lo que indican los comerciantes de la localidad, cuando observan a alguien sospechoso, prefieren cerrar sus negocios para evitar inconvenientes. Por lo que actualmente los gendarmes comunitarios han reforzado los controles.