El presidente de Siria, Basar al Assad, insistió en que su régimen analiza aplicar reformas políticas, entre ellas poner fin al monopolio del partido Baath en la vida política, en un nuevo intento por aferrarse al poder, mientras crece un movimiento en todo el país que exige su renuncia.
Assar anunció que el diálogo comenzará en breve y que está formando un comité que estudie enmiendas constitucionales.La oposición rechazó el discurso del mandatario, diciendo que careció de cualquier señal clara de transición a una democracia verdadera. Mientras tanto miles de personas salieron a las calles en varias ciudades para protestar, presionando con su campaña para poner fin a 40 años de gobierno autoritario de la familia Assad. Se registraron más enfrentamientos.