Con la extensión de la emergencia hospitalaria en el país, se demuestra que los planes no han funcionado como se anunciaba. Ahora, esto deviene de la falta de planificación a mediano y largo plazo. Cada una de las instancias debería trazar planes que impliquen una reestructuración integral de los ministerios. Mucho más en el sistema hospitalario. Se sabe que existen necesidades urgentes que deben ser atendidas, pero también es importante que se manejen los ofrecimientos más pausadamente. Este sistema no va asuperar todas las falencias en seis meses. Llevará mucho más tiempo.
Por eso no podemos esperar grandes cambios en un breve lapso.
La población debe ser paciente en cierta forma, los cambios requieren un palzo. Ahora bien, el mejoramiento no solo implica arreglos en la infraestructura, sino también en la capacitación del personal de la salud y en la ampliación de plazas médicas, pues los hospitales públicos sufren un déficit de estos profesionales, sobre todo de especialidades.