Jue. Nov 21st, 2024

(EFE).- El pívot Shaquille O’Neal se presentó ante los periodistas para oficializar la retirada del baloncesto profesional que ya había anunciado por «Twitter» el pasado miércoles y de nuevo lo hizo con su mejor humor y convencido de que tiene por delante muchos proyectos.

De momento, el jugador más dominante bajo los aros durante 15 años, después de 19 en la competición, desde el gimnasio de su mansión en Orlando y bajo un logotipo de «Superman» dijo que todos los apodos que el mismo se había puesto desaparecían con su retirada.

Nada de «Big Aristóteles», «Diesel», «Shaq-Fu», «Big Cactus» y especialmente el único, original y nunca duplicable Superman», que a partir de ahora sólo quedará para el pívot Dwight Howard, pívot de los Magic de Orlando, que nunca escondió su admiración por Shaq, y que llegó para ocupar su puesto en el mismo equipo que lo seleccionó.

O’Neal, a cambio, le advirtió a Howard que debe ganar al menos tres o cuatro campeonatos de la NBA, de lo contrario se mostrará muy decepcionado, como le sucedió la pasada noche en el American Airlines Arena, de Miami, al ver perder a otro ex equipo, los Heat en el segundo partido de las Finales de la NBA ante los Mavericks de Dallas.

Pero en su línea de no perder el buen humor, O’Neal dijo que el apodo que debe incorporar será el de «The Big AARP», en clara referencia a la popular asociación que hay en Estados Unidos para ayudar a las personas que superan los 50 años y están en la edad de jubilación.

Como se preveía la conferencia de prensa no la dedicó a hablar de todo lo que ha conseguido como profesional sino para divertirse y de hecho lo hizo plenamente al fingir una llamada a su teléfono móvil para en voz alta decir que estaba listo si querían que fuese el próximo gerente general de los Knicks de Nueva York.

Horas antes de la conferencia de prensa de O’Neal, los Knicks confirmaron que su actual presidente y gerente general, Donnie Walsh, ya sabe que no va a seguir al frente del equipo aunque le quedan dos años de contrato.

El dueño de los Knicks, Jim Dolan, y Walsh no han tenido la mejor relación en los últimos tiempos, sobre todo por el pobre rendimiento deportivo que ha tenido el equipo a pesar de los fichajes de Amare Stoudemire y Carmelo Anthony.

La salida de Walsh también pone en peligro la continuidad del entrenador Mike D’Antoni al frente del equipo.

O’Neal también se burló de él mismo cuando dijo que «Echaré mucho de menos los tiros libres», afirmó con ironía, mientras recordó una frase de su padre. «Eres estúpido. Si hubieras metido tus tiros libres, serías el mejor jugador de todos los tiempos».

A pesar de haber fallado cerca de 5.000 tiros de personal, O’Neal consiguió anotar en su carrera 28.596 puntos.

Además, bromeó con los periodistas y amenazó irónicamente con quitarles el trabajo, a la vez que se ofreció a los principales canales televisivos como comentarista. «Siempre he disfrutado mi relación con los medios».

O’Neal, de 39 años, se mostró muy agradecido a su familia, a los aficionados, a todos sus entrenadores, especialmente a Phil Jackson, cuando jugó con Los Ángeles Lakers, y a Glenn ‘Doc’ Rivers, en su última etapa de los Celtics de Boston.

No se olvidó de la figura del comisionado de la NBA, David Stern, por haberle permitido jugar en una gran liga y haberle dado la ocasión de vivir grandes momentos durante sus 19 años de carrera.

O’Neal dejó un legado deportivo que le asegura tener un puesto en el Salón de la Fama después de haber conseguido cuatro anillos de campeón de la NBA, incluidos tres con los Lakers y otro con los Heat.

También consiguió todos los premios individuales de Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada y de las Finales, además de ser Jugador Defensivo del Año y conseguir la medalla de oro olímpico en los Juegos de Atlanta (1996).

O’Neal se retiró con promedios de 23,7 puntos y 10,9 rebotes, participó 15 veces en el Partido de las Estrellas y quedó como quinto máximo encestador en la lista de todos los tiempos.

En cuanto a su futuro, O’Neal dijo que iba a ser brillante, porque de momento, tenía previsto conseguir un doctorado en la Universidad de Miami. «Espero ser llamado Doctor O’Neal para diciembre».

Al margen del doctorado que pueda sacar O’Neal, el ya ex jugador de la NBA, gracias a su gran personalidad fuera del campo tiene presencia en el mundo del cine, la música y otros ámbitos artísticos, lo que le han convertido en un nombre reconocible dentro de la cultura popular estadounidense.

La mejor demostración de esa presencia es la de tener en su página social de «Twitter» cerca de cuatro millones de seguidores para confirmar que es una figura excepcional dentro y fuera de un campo de baloncesto, del que se despidió a su manera, a su estilo y sobre todo con una amplia sonrisa y humor único.

Por Mauricio