Los constantes disputas en Sucumbíos han obligado al lider religioso de esa comunidad, a tomar medidas drásticas.
Monseñor Gonzalo López, ex obispo de Sucumbíos, lleva diez días en una jornada de ayuno y oración, como forma de protesta pacífica ante los hechos de violencia registrados en en esa provincia. Instalado en un campamento improvisado en el parque de La Alameda, al norte de Quito, López promueve un mensaje de paz a través de misas y conversatorios.
Según Wilson Pástor, vocero del clérigo de 77 años, el problema inició en octubre del 2010, cuando la orden religiosa de los Heraldos llegó en remplazo del ex obispo, jubilado por orden del Vaticano, e impuso normas contrarias a la comunidad.
La población se mostró enardecida y junto a la congregación católica de Los Carmelitas, a la cual pertenecía Gonzalo López, empezaron a confrontarse agresivamente en las calles de la región.
María Vaca, portavoz del sacerdote, aclara que esta jornada terminará, cuando en Sucumbíos empiecen a darse los primeros signos de reconciliación entre los habitantes que están divididos.