Unas 250 personas han desaparecido por el naufragio en el Mediterráneo de un barco de refugiados que intentaban llegar a las costas italianas procedentes de Libia. Los refugiados viajaban en el barco a unos 20 kilómetros de la isla de Kerkennah, al sur de Túnez.
Los servicios de salvamento dieron prioridad a mujeres y niños y temen que los desaparecidos se hayan ahogado después de saltar precipitadamente de la embarcación. Fuentes de los guardacostas tunecinos indicaron que durante las operaciones de rescate, algunos pasajeros sufrieron un ataque de pánico, lo que provocó una estampida a bordo del barco.
Decenas de personas se arrojaron al mar en un intento de llegar nadando hasta las embarcaciones que intentaban socorrerles, pero muchas de ellas no lo consiguieron y se encuentran desaparecidas. También han informado que las condiciones meteorológicas han dificultado las labores de rescate.
Un primer grupo de 193 sobrevivientes fue transportado al puerto de Sfax y evacuado posteriormente al campo de refugiados de Chuchan, junto al puesto fronterizo con Libia de Ras el Jedir.
Se prevé hacer lo mismo con otras 385 personas que han podido ser rescatadas.
La embarcación transportaba a personas que huían de la violencia desatada en Libia, en su mayoría subsaharianos. Las operaciones de búsqueda siguen, pero hay entre 200 y 270 desaparecidos, según informan los funcionarios tunecinos y tres de los refugiados que fueron hospitalizados han muerto.
Según un balance de la ONU, al menos 1.200 personas que trataron de huir por mar, de los conflictos en Libia han muerto o están desaparecidas. Estima además que en total son 893.000 las personas que han huído de Libia desde el comienzo de la revuelta popular contra el régimen del coronel Gadafi
