Las fuerzas leales al presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, han vuelto a abrir fuego contra los manifestantes en la ciudad de Taiz, al sureste del país africano. Según fuentes hospitalarias, al menos 15 personas han muerto y más de 120 han resultado heridas. Los organizadores de las protestas, sin embargo, han informado que los muertos ascienden a 20. La policía yemení ha disparado municiones, gas lacrimógeno y usó cañones de agua para dispersar a los manifestantes que protestaban en los alrededores de un edificio municipal. Los congregados demandan la puesta en libertad de un manifestante detenido. Mientras tanto, siete explosiones se detonaron en Saná, donde desde hace días se enfrentan las fuerzas del presidente y las del líder de la federación tribal Hashid, el jeque Sadeq al Ahmar.