Zelaya arribó con su familia a la capital hondureña en un avión venezolano procedente de Nicaragua, tras varios meses de exilio.
Agradeció además a los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Juan Manuel Santos de Colombia por impulsar el Acuerdo de Cartagena de Indias que permitió su regreso a Honduras.
“El acuerdo es democrático y permitirá la abierta participación del pueblo y nos garantiza la seguridad y la aplicación del plebiscito y referéndum para la consulta popular y contar con un nuevo país”, afirmó.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio de 2009, precisamente por intentar convocar a una Constituyente y porque según sus detractores quería perpetuarse en el poder. Sin embargo, en su ausencia, el legislativo modificó las leyes y abrió la posibilidad de realizar plebiscitos para convocar a una Constituyente e impulsar la reelección presidencial. Zelaya siempre aseguró que el gobierno de facto de Roberto Micheletti instaurado tras el golpe fue apoyado por Estados Unidos tras bambalinas. Los seguidores que acudieron a recibirlo portaban banderas rojinegras del Frente Nacional de la Resistencia Popular, que surgió el día del golpe de Estado.