Ya es común ver que padres y madres de familia se amanecen en las afueras de escuelas y colegios para procurar la mejor educación de sus hijos, en los límites de una economía apretada. Además se dice que la educación fiscal en el país es la mejor, pero también es cierto que los colegios tradicionales se ven abarrotados de alumnos. Esto debido a que no existe un sistema de educación descentralizado. En las periferias de las grandes ciudades, en especial las de la capital, no existen establecimientos educativos con las mismas características de calidad que tienen los colegios tradicionales. Por otro lado, la sectorización de los estudiantes también servirá para mejorar la vialidad de Quito. En este sentido, sería bueno ampliar los horizontes en esta materia, pero también se debería aportar a la población con instituciones capaces de formar profesionales acordes a los continuos cambios de las sociedades.
La educación es la única herramienta que tenemos para alcanzar el ansiado progreso, facilitémosla para todos.