Adal Ramones presentó su monólogo en las dos ciudades principales del país. El evento se ganó la sonrisa de sus seguidores.
Con una leva de color negro, dejando de lado el uso de su habitual gorra, el cómico mexicano Adal Ramones, se llevó el aplauso de sus fanáticos en las dos presentaciones que ofreció en suelo ecuatoriano.
La primera cita planificada para la noche del viernes en la capital contó con un lleno total. Cientos de personas se dieron cita en el Ágora de la Casa de la Cultura, para a partir de las 20h30, escuchar las reflexiones de este personaje. “¿Me escuchan todos?”, preguntó, a lo que su público presente en el área de preferencia contestó que no. “Eso pasa por ser tacaños. Los ‘pelucones’ de primera fila, me escuchan fuerte y claro”, señaló el cómico azteca.
Después de esta apreciación, inició con su monólogo que por más de dos horas y media se robó las carcajadas de los asistentes.
El espectáculo culminó con una reflexión sobre la vida y la felicidad, que fue merecedora de los aplausos de sus fieles fans.
La velada porteña tuvo similares características, con lleno total. Fernando Villarroel, que asistió al show, precisó que fue genial. Adal Ramones prometió regresar al país.