El gobierno español anunció la movilización de 200 miembros de la Unidad Militar de Emergencias para las tareas de rescate.
Unas 10.000 personas fueron desalojadas de sus casas y durmieron en la intemperie por miedo a las réplicas. La tierra volvió a temblar una treintena de veces.
El funeral por los fallecidos se celebra hoy en el recinto ferial de Santa Quinteria y será oficiado por el obispo de la diócesis de Cartagena.
Los colegios e institutos permanecerán cerrados hasta que no se verifique que los edificios no han sufrido daños estructurales. El concejal de Urbanismo, Francisco García, convocó a varios arquitectos para organizar las tareas de análisis.
Por su lado, la alcaldía de Murcia anunció que ya están trabajando las primeras brigadas para la evaluación de daños en las infraestructuras, que se han desplazado hasta la localidad desde distintas partes de España.
En el recinto ferial de la ciudad, la Huerta de la Rueda, miles de lorquinos han esperado el amanecer cubiertos con mantas. Fue uno de los 10 puntos de la ciudad en los que se concentraron los ciudadanos que no podían o no querían regresar a sus casas. Allí se instaló el grueso de los campamentos provisionales y se levantaron tiendas de campaña para acoger a unas 10.000 personas.
Durante la noche de la emergencia, el Servicio Murciano de Salud atendió a 260 personas heridas, aunque posteriormente la Consejería de Sanidad ha elevado el balance de heridos a 293.