Una comisión oficial aprobó intervenir las aguas de dos caudalosos ríos de la Patagonia chilena para construir represas hidroeléctricas y levantar 1.900 kilómetros de líneas de transmisión, pese a la fuerte oposición que enfrenta el proyecto.
La comisión formada por autoridades regionales nombradas por el gobierno efectuó una votación durante más de tres horas en la oficina de la Comisión de Evaluación Ambiental, en Coyhaique. Mientras tanto, afuera unas 1.000 personas se manifestaban contra el proyecto. Se informó que algunos policías resultaron heridos por las piedras.