Un cuadro desgarrador fue lo que se observó durante el sepelio del padre de la presentadora Doménica Mena. Enorme tristeza.
Domenica no podia entender lo sucedido, en dos ocasiones se quedó sin aliento y a punto de perder el sentido, mientras escuchaba la canción ‘Mi Niña bonita’, cuando ingresaba a su última morada, el féretro con los restos de su papá, Marcos Tulio.
“Déjenme aquí. No me quiero ir”, decía incesantemente, la exconductora de ‘Gente’, quien se mostraba inconsolable frente a la pérdida de su ‘papi’, como le decía mientras, lo observaba en su ataúd.
Doménica lloraba sin cesar y se aferraba con mucho dolor en los brazos de su hermano, el exactor de ‘La Taxista’, Carlos Mena, quien miraba hacia el cielo, como pidiéndole a Dios resignación.
Una tía paterna de Doménica contó que a su hermano, le encantaba cantarle, a su hija la canción ‘Mi niña bonita’ porque a pesar que todo padre quiere que su primogénito sea un varón, dijo que cuando la vio por primera vez, supo que sería su eterno amor.
Se conocía que Doménica guardó una excelente relación con su progenitor, a quien no solo amaba por ser su padre, sino porque se convirtió en su amigo y la apoyó en todas las facetas de su vida.
La exreportera del programa ‘Rojo Rosa’ estuvo también, acompañada, en todo momento, de su novio, Juan Carlos Caamaño, quien no atinaba como tranquilizar a Doménica y solo optaba por abrazarla con mucho amor.
La extrovertida conductora de TV, comentó, que su papá estaba feliz por los logros, que había alcanzado en su carrera profesional, su sueño de bajar de peso y sobre todo porque encontró su media naranja.