La nuevos esposos de la realeza británica pasan su luna de miel en una isla solitaria.
No se trata de un complejo privado sino de Anglesey, una isla situada frente a la costa noroccidental de Gales, en la que trabaja Guillermo como piloto. Pese a que corrieron conjeturas de que la operación militar estadounidense para asesinar a Bin Laden motivó la decisión de Guillermo y su esposa Kate de quedarse en Gran Bretaña, un vocero de palacio dijo que la decisión fue adoptada “hace semanas”. El príncipe volvió al trabajo pocos días después de su boda. Middleton, ahora duquesa de Cambridge, hace las compras de la pareja, mientras Guillermo se entrena en la base.