Vie. Nov 22nd, 2024

La Paz, 2 may (EFE).- La Central Obrera Boliviana (COB) y el principal consejo de pueblos aimaras acusaron hoy al presidente Evo Morales de discriminar a los sindicatos al aprobar altos aumentos salariales para sus seguidores y bajos para los que son críticos.

El secretario ejecutivo de la COB, el minero Pedro Montes, dijo que en la decisión del Gobierno hay «discriminación total porque se está viendo trabajadores de primera, de segunda y de tercera».

Montes lamentó que Morales anunciara en las pasadas horas un alza salarial de entre 50 y 70 % para los petroleros que no participaron el mes pasado en las huelgas por mejores incrementos, mientras que los maestros y trabajadores en salud con sus protestas lograron un aumento del 11 %, un punto más que el 10 % inicialmente decretado.

El máximo sindicalista de la COB, que es un exaliado del Gobierno, dijo hoy a los medios que se reclamará a Morales un nuevo aumento salarial para todos los sectores productivos y de servicios, un asunto que será analizado el viernes en una asamblea.

Morales decretó además, en las últimas horas, un alza del 10 % para los obreros de la principal mina estatal, Huanuni, porcentaje igual al que hace dos semanas se aprobó para militares y policías.

La semana pasada, la principal asociación de jubilados del país acordó con el Ejecutivo un alza de 6,5 % en sus pensiones.

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), que agrupa a los pueblos aimaras, la etnia de Morales, coincidió en criticar que la decisión de Morales es un acto de discriminación que premia a los petroleros porque estos no hicieron huelgas.

«Está visto que para tener dádivas y beneficios o proyectos del Gobierno hay que ser masista (militante del oficialista Movimiento al Socialismo), no contradecir y aprobar todas sus medidas», declaró hoy a los medios el dirigente aimara Rafael Quispe.

La COB firmó un acuerdo con el Gobierno hace quince días tras dos semanas de protestas, pero también anunció que pedirá la revocación del mandato del vicepresidente del país, Álvaro García Linera, por considerar que contribuyó a la confrontación producida en abril.

Las protestas por mejoras de salarios y pensiones se deben a que la inflación de los últimos doce meses llegó en Bolivia al 11 % y en el caso de los alimentos al 18 %.

Los precios se dispararon en diciembre pasado a causa del llamado «gasolinazo», el aumento de hasta un 82 % del costo de los combustibles que Morales decretó y que pocos días después tuvo que derogar ante fuertes protestas sociales.

El distanciamiento de la COB y de Morales fue patente el domingo cuando ambos celebraron por separado el Día del Trabajo. EFE

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