Bengasi (Libia), 1 may (EFE).- El portavoz militar de los insurgentes libios, Ahmed Omar Bany, afirmó hoy que el Ejército rebelde se está preparando para la batalla final en la zona oriental, mientras que en el oeste la lucha contra el régimen de Gadafi continúa liderada por los civiles.
En una entrevista con EFE en Bengasi, Bany dijo que el Ejército rebelde, constituido esencialmente por militares desertores del régimen, está entrenando a los voluntarios que han empuñado las armas en el este de Libia para que sean soldados oficiales y enseñarles tanto las tácticas como la ética militar.
«Estamos enseñando a los revolucionarios a respetar las leyes internacionales, como la convención de Ginebra, y a tratar con el enemigo, a respetar a los prisioneros de guerra aunque sean del bando contrario», explicó.
Asimismo, las tropas rebeldes están reagrupando sus fuerzas, organizándolas y recuperando las armas de que disponen, como tanques y cañones, que están siendo reparados, para poder avanzar en el frente este, el cual se ha quedado estancado en las últimas semanas a las afueras de la estratégica ciudad de Ajdabiya.
«Las tropas de Gadafi saben que estamos preparados y por eso están levantando líneas de defensa y minando la zona, sobre todo en los alrededores de Brega», aseguró Bany, confirmando las informaciones divulgadas por varios grupos pro derechos humanos sobre la presencia de minas en el desierto entre Ajdabiya y Brega.
El portavoz dijo que sus soldados saben cómo evitarlas y hacer frente a todos los métodos empleados por las tropas de Gadafi, que están centrando sus esfuerzos en el empleo de armamento pesado, en concreto misiles de largo alcance, como los rusos Grad.
«Tenemos los soldados más valientes e inteligentes, nosotros tenemos razones para luchar mientras que ellos (las tropas de Gadafi) no tienen razones para resistir», declaró el coronel, que desertó de la aviación de Gadafi al poco de comenzar la revuelta.
Bany no ofreció datos sobre el porcentaje de profesionales y voluntarios en las filas insurgentes y consideró que los números no significan nada.
«Podemos decir que todos los libios forman parte de nuestro Ejército porque todos están dispuestos a luchar y tienen la preparación para hacerlo», afirmó.
En el oeste del país, controlado casi en su totalidad por el régimen de Gadafi, son precisamente los civiles los que están liderando la lucha ante la ausencia de un Ejército como el que se ha formado en el este desde finales del pasado febrero.
«En Misrata (oeste) nunca ha habido un Ejército como tal y los civiles han cogido las armas para defenderse. Saben que las unidades de Gadafi están robando, violando a las mujeres y eso en nuestra cultura no es aceptable: preferimos que nos maten antes de que toquen a nuestras madres, hermanas y esposas», recalcó Bany.
Misrata lleva asediada por las fuerzas gubernamentales desde hace más de dos meses y la única vía de acceso a la ciudad es el puerto, por el que habrían llegado armas y combatientes desde Bengasi.
Bany no confirmó este extremo y aseguró que no era necesario enviar a sus hombres hasta allí.
«En Misrata se están organizando bien, en pequeños grupos de unos 20-25 civiles, sin necesidad de militares porque luchar en una ciudad es muy diferente, en 24 horas pueden aprender como se hace la guerra urbana», explicó y prefirió no trazar una clara distinción entre soldados profesionales y voluntarios.
En las montañas del oeste de Libia, en la zona de Nafusa, donde se desarrollan combates desde el principio de las revueltas el pasado 16 de febrero, los ciudadanos son también los encargados de luchar contra las fuerzas gubernamentales.
«Es imposible controlar la región si no conoces el terreno y por ello para (las tropas de) Gadafi está siendo muy difícil luchar contra la población local», según el portavoz militar.
«Oficialmente no hay un Ejército en el oeste», admitió, porque «las circunstancias son muy diferentes» a las que se dan en el este «liberado», donde los desertores como Bany han podido unirse a los civiles en la lucha contra el régimen de Gadafi.
«Los civiles se están organizando muy bien (en el oeste) y no debemos olvidar a las tribus, que también están participando en la lucha y compitiendo entre ellas por demostrar cuál es la mejor», sostuvo.
Respecto a la intervención de la OTAN, Bany considera que su estrategia se ha modificado en los últimos días, destacó que ese cambio marcará la diferencia a partir de ahora y pronosticó «evoluciones muy buenas» en las próximas dos semanas. EFE