Con Walter Ayoví de titular, el Monterrey se consagró campeón de la Liga de Campeones de la CONCACAF, tras ganar (1-0) en el partido de vuelta al Real Salt Lake, de Estados Unidos, que le valió para levantar el título en el estadio Rio Tinto de Sandy (Utah).
El único gol del partido fue marcado por el chileno Humberto Suazo, en el tiempo de descuento antes que concluyese la primera parte y los Rayados de Monterrey, que habían empatado 2-2 en el partido de ida disputado en su campo, se quedaron con el título, que por sexto año consecutivo lo ganó un equipo de México.
Como es costumbre, el volante ecuatoriano fue titular y estuvo en cancha los noventa minutos. Fue pieza clave para la conquista del título que le permite al Monterrey, jugar el Mundial de Clubes, a disputarse en Japón, en el mes de diciembre. Éste fue el cuarto trofeo del tricolor defendiendo a los ‘Rayados’. Antes conquistó dos campeonatos de la Liga Mexicana, Apertura 2009 y 2010; y ganó el Torneo Interliga 2010.