Un fuerte temporal que se prolongó durante cuatro horas en Río de Janeiro provocó una muerte y decenas de calles convertidas en ríos. La lluvia paralizó la segunda mayor ciudad brasileña, que tuvo que emitir una alerta para la evacuación de algunas regiones.
El cuerpo de un hombre fue encontrado flotando en una de las calles en las que el agua subió más de un metro de altura, según el último balance de los bomberos, que también registraron cuatro deslizamientos de tierras en áreas pobladas, pero sin víctimas.
Hace un año un intenso temporal dejó 46 muertos y más 7.000 damnificados.