Ahora se vienen las series a ‘matar o morir’. La ‘U’ juega de visita ante un rival peligroso, que lidera el torneo Clausura del fútbol argentino. La excursion tiene riesgo.
Llegó el tiempo de apelar a la jerarquía conseguida en tres años de resonantes éxitos internacionales. El 2011 no ha sido un buen año para Liga en sus choques como visitante. Apenas logró un empate en la cancha de Independiente en la fase de grupos, en una llave que se hizo muy complicada y que se definió sobre el final. En terreno ajeno, el once de Bauza tuvo muchas dificultades. No apareció la potencia ofensiva y el caudal equilibrado de juego. En descargo del ‘Patón’ se podría anotar que la nómina nunca estuvo completa, porque las lesiones castigaron sin piedad, dejando al margen a jugadores que tienen alta influencia en el juego colectivo.
Ahora el panorama afortunadamente es diferente, por encima de la lesión del argentino Ezequiel González, que estará ausente por diez días, tras sufrir un desgarro muscular en la práctica del último viernes. Es un asunto subsanable, porque el regreso de Miller Bolaños, podría simplificar el tema. Aparte, González no es un jugador con perfil de sacrificio y marca, valores que se requieren para encarar el choque ante Vélez Sarsfiel hoy en Liniers.
El equipo que dirige el ‘Tigre’ Ricardo Gareca pasa por un momento brillante. Es líder en el campeonato rioplatense, en base a su mortífero juego ofensivo, en el que brilla el uruguayo Santiago Silva, una mole de músculos y venas goleadoras, en el que se asienta el poderío del equipo argentino. Tiene jugadores de buen pie. Hábiles y luchadores. En resumen es un equipo compacto, que hace del trabajo colectivo su arma principal.
Liga irá pensando en el negocio del empate. Hasta una derrota por la mínima diferencia, le sirve para esperar el choque de vuelta, la semana que viene en su reducto inexpugnable de Ponciano. Sólo el oficio de los hombres del ‘Patón’, con el ‘Beto’ Araujo a la cabeza, podrá llevarles a buen puerto. A meter pierna.
Por: Raúl Cruz Molina