Tras el gigantesco deslave que se produjo en el sector de la Granda Centeno, en el que 250 metros de tierra se vinieron abajo y taponaron varios colectores de agua en el norte de la ciudad, el alcalde de Quito, Augusto Barrera, señaló que se prohibirá la edificación de viviendas en las laderas de la capital. Según Barrera, esta medida busca proteger a los quiteños de desgracias mayores, teniendo en cuenta los fuertes temporales por los que está atravesando la urbe actualmente. Señaló también, que en estas zonas se protegerán los bósques y se eliminarán las políticas de tala de árboles. En cuanto a las acciones que se tomarían en el caso de que la ciudadanía incumpla con este nuevo dictamen, indicó que de ser necesario utilizará el apoyo de las Fuerzas Armadas para desalojar esos sitios.