La Comisión Disciplinaria no se durmió y el DT millonario tendrá que comparecer para explicar sus ataques a la FEF.
Luis Chiriboga no deja títere con cabeza, cuando de proteger al máximo organismo se trata. Es cierto que las frases del ‘Turco’ Asad fueron duras contra los popes del fútbol, pero no es menos cierto, que cuando los cabildeos dan resultado y son necesarios para seguir moviendo los hilos del fútbol nacional, el tema reglamentario se viola, una y otra vez.
Sostiene Chiriboga, que la decisión final para postergar el partido, ya no le competía a la FEF. Que era Independiente del Valle, el llamado a mostrar sensiblidad para permitirle a Emelec, llegar con menor desgaste físico al trascendental choque ante Internacional, que perdió el martes en el Beira Río, quedando apeado de la Copa Libertadores de América.
Michel Deller, el dueño de Independiente y sus boys, seguramente pensaron que al estar Emelec con el ‘Bombillo’ prendido en el partido copero, podrían sorprenderle. El objetivo resultó un fracaso, porque el once guayaquileño les pintó la cara a los de Rumiñahui, con una goleada inapelable que provocó la salida del otro ‘turco’, Julio, que jamás encontró una acertada línea de conducción.
En otras palabras, Independiente, ni prestó el hacha ni cortó el árbol. Y Emelec por encima de sus reclamos, tampoco tuvo la jerarquía necesaria para alcanzar un empate ante los actuales campeones de la Libertadores.
En realidad, ya mucho antes había hipotecado la clasificación. Dio el primer mal paso, al empatarle al Inter, con enorme angustia en el Capwell, y comenzó a rodar por el despeñadero, cuando no tuvo pie fino ni astuacia para poner la pelota en la red del Wilsterman, pese a dominarlo a placer durante los 90 minutos en la cancha del estadio Félix Capriles, desperdiciando sin exagerar, ocho pelotas claras de gol.
Eliminación al margen, la dirigencia de Emelec tendrá que adoptar una posición firme e indeclinable para no permitir una sanción que suena a injusticia. El ‘Turco’ Asad o cualquier personaje del fútbol tiene derecho a opinar. Chiriboga y su clan, bajo ninguna circunstancia pueden amordazar e impedir la libertad de expresión.
Por: Raúl Cruz Molina