Las protestas y las represiones violentas continúan en Yemen, después de casi dos meses desde las primeras manifestaciones contra el Gobierno de Alí Abdalá Saleh. Cinco personas murieron ayer en la capital, Saná, por disparos de la policía contra una manifestación que pedía la partida del presidente. La cifra de fallecidos en las últimas horas se eleva a nueve personas, ya que también falleció un manifestante en Taíz (suroeste) y dos personas en Adén (sur), mientras que en una población junto al Mar Rojo, un hombre armado ha disparado contra una acampada de opositores matando a una persona. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió para hablar sobre el deterioro de la situación en Yemen, donde grupos de derechos humanos dicen que los dos meses de protestas pidiendo la renuncia del presidente han costado 120 vidas. La oposición dice que nada que no sea la renuncia de Salé terminará con los disturbios.