La Semana Santa se vive con fé en el distrito. Varios eventos culturales se han planificado en el centro histórico. Días de reflexión.
La Semana Mayor es una de las temporadas más importantes en el calendario. La ciudad se transforma y trasluce una mezcla de elementos litúrgicos y culturales, que tienen cientos de años de tradición.
La magia que desprenden las calles del centro histórico, dieron el punto de arranque para la temporada, la noche de ayer, en el Concierto de Campanarios que se vivió en varias iglesias del centro del distrito capitalino.
Este festival fue una explosión musical, llena de composiciones, recitales de órganos y misas hechas con ritmos y creencias católico-cristianas, utilizadas en la Edad Media para evangelizar a la población.
En Quito, este festival tiene especial importancia ya que toma como escenarios a sus monumentales templos, creando un evento único, una mezcla perfecta entre lo religioso y lo místico. Fe y cultura.
La velada de ayer, vivida en la fecha inicial de la Semana Mayor, en la jornada religiosa del Domingo de Ramos fue disfrutada por quiteños y extranjeros.
La presentación de la Compañía Nacional de Danza, de la Banda Sinfónica Metropolitana y la Orquesta de Instrumentos Andinos, así como el Coro Mixto Ciudad de Quito y solistas de la Compañía Lírica Nacional y el Coro Infantil, se consolidó como un evento litúrgico de primer orden. Las calles lucieron abarrotadas por adultos y niños. Se impidió la circulación vehicular en algunas calles.