Una vez más las carreteras ecuatorianas se enlutan. Esto nos hace cuestionar una vez más, la gestión de las autoridades para prevenir las desgracias. Desde el accidente de la Reina del Camino, en diciembre pasado; las autoridades policiales se mostraron enérgicas en el control del transporte y en salvaguardar la seguridad de los pasajeros. Per,o a pesar de los esfuerzos, muchas familias ahora tienen que llorar la muerte de sus seres queridos. Los profesionales del volante deben ser conscientes de que son responsables de vidas humanas, que no pueden tomar este oficio a la ligera. A pesar de que la ley prohibe llevar pasajeros parados en las unidades, los conductores hacen caso omiso de ello.
Encima de todo esto, el gremio de los transportistas, anunció que se plegará a una huelga de brazos caídos, en protesta por la dureza de la Ley de Tránsito. Ellos son los supuestos afectados y se quejan de que sus derechos son vulnerados. ¿Acaso, las personas que mueren en las carreteras no tienen derechos?.
