En esta vía de la capital, el libre consumo de bebidas alcohólicas genera malestar en quienes transitan por la conflictiva zona.
En la calle Bolivia, en el sector de la Unversidad Central, al norte de la capital, varios estudiantes se reúnen para consumir licor diariamente, a vista y paciencia de la Policía.
Paola Romo, vive cerca de los predios universitarios, y comenta que esta situación no debe continuar, porque no solo que la imagen de la institución educativa queda por los suelos, sino que también la de quienes habitan en el barrio.
Por su parte, Cristian Barzallo, estudiante universitario, asegura que no hay nada de malo en que los jóvenes se diviertan.
Sin embargo, considera que toda actividad tiene su espacio y que las vías no deben ser utilizadas como cantinas y peor aún como letrinas públicas, como sucede en este sitio.
A esta opinón se suma la de Soledad Palacios, otra estudiante que diariamente circula por esa ruta. Relata que cada vez que sube hacia su facultad, observa como algunos vehículos se estacionan en esta calle, encienden la música de sus estereos a todo volumén, mientras sus ocupantes ingieren una cerveza tras otra y luego se retiran, dejando todo hecho un desastre.
El control es muy permisivo
La policía realiza inspecciones ocasionalmente en esta calle. Por ello, según los moradores, esta situación se agrava cada vez más. De acuerdo con algunos testimonios, cuando los agentes llegan a la zona para solicitar los permisos necesarios, a los propietarios de los locales que se dedican a la venta de licor, estos cierran sus puertas por completo, para evitar que ingresen los oficiales.