Un joven tomó la fatal decisión de acabar con sus días, después de recibir la negativa de parte de sus padres, residentes en Estados Unidos, para la compra de un uniforme que le serviría para formar parte de la banda de guerra de su colegio. El hoy occiso habría terminado con su sufrimiento, atando su cuello a una cuerda, amarrada al techo de su casa.
Sus familiares, al descubrir el cadáver, llamaron inmediatamente a las unidades médicas, que al llegar al lugar de los hechos, sólo confirmaron el deceso del adolescente.
Uniformados de la Unidad de Criminalística, llegaron para levantar el cadáver y conducirlo a la morgue, con la finalidad de realizarle la autopsia de ley.
Su familia llora la pérdida repentina del joven. No dejó notas en el lecho de su muerte. Un deceso lamentable.