Igualar con Independiente (1-1) fue un gran negocio. Salvo una catástrofe, la clasificación a la siguiente ronda está en el bolsillo.
Ese punto arañado en Buenos Aires tiene sabor a victoria. Ahora, la suerte de la ‘U’ está supeditada a su trabajo en el choque ante Godoy Cruz, el próximo martes en el campo de Ponciano. Un empate ante los mendocinos, dejará a Liga libre de todo percance.
El boleto a octavos de la Copa LIbertadores de América está en el bolsillo. A nadie se le ocurre en estas horas, que el once dirigido por el uruguayo Jorge ‘Polilla’ Da Silva, sea capaz de doblegar a la ‘U’ en su inexpugnable reducto de la ‘Casa Blanca’. El once de Bauza ya masacró a los ‘Rojos’ de Avellaneda y a Peñarol, en dos noches prodigiosas que le permitieron recaudar un caudal de goles a favor (+6) que es un auténtico tesoro, que le permite darse el lujo de esperar con tranquilidad la definición.
Liga mostró a los tiempos este martes, esa jerarquía que algún día memorable del 2008, le catapultó a la cima de los clubes en el continente, ante un rival que se valió de todas las triquiñuelas para cear el caos en los días previos, negando la cancha para el reconocimiento y apelando a todas las cábalas, que según el ‘Turco’ Antonio Mohamed, alentaron la conquista de la Copa Sudamericana. Fue tiempo perdido, porque los labos respòndieron con enorme personalidad en la cancha.
El gol de Barcos, hizo justicia para igular la cuenta que abrió Independiente en una jugada repleta de dudas, que se inció con una posiición adelantada y que terminó con un lanzamiento desde el punto penal, que solamente observó el incapaz referí paraguayo Torres. Es cierto que la jugada del ariete argentino tuvo una alta dosis de suerte, pero el gol vale igual. O vale más por la trascendencia que tiene. Ahora a esperar la tarde del martes para alentar en Ponciano, con un marco espectacular, el cierre de una campaña en el ‘Grupo de la Muerte’, que tiene olor a victoria y a misión cumplida.
Por: Raúl Cruz Molina