Las fuerzas del gobierno libio bombardearon intensamente a los rebeldes que intentaban recuperar un puerto petrolero crucial, al tiempo que el régimen dijo que Gadafi está dispuesto a estudiar algunas reformas, pero no a renunciar.
Por otro lado, los rebeldes retomaron partes de Brega con ayuda de la campaña aérea internacional que bombardeó las fuerzas de Gadafi, pero los ataques no han cesado hasta ahora. El control de la refinería y el puerto de Brega sobre el Mediterráneo permitiría a los rebeldes obtener ingresos para adquirir más armas para luchar contra el ejército de Gadafi.
El arribo de soldados entrenados y armas más pesadas ayuda a los rebeldes, que aún se ven superados en entrenamiento y armamento por las fuerzas del gobierno. Gadafi, por su parte, ha flexibilizado su posición contra cualquier acuerdo que ponga fin a los combates, pero insiste en que él encabezará los cambios necesarios.