Vie. Nov 22nd, 2024

La compañía nuclear dueña de la central de Fukushima vertió más de 11.500 toneladas de agua radioactiva al Pacífico.  Para contrarrestar la polémica medida, el gobierno japonés reforzará los controles sanitarios sobre los productos marinos (pescado, marisco y algas), componentes imprescindibles de la dieta japonesa, y ha establecido límites a las dosis de radiactividad en esos alimentos.
Las inspecciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Silvicultura se llevarán a cabo en colaboración con las prefecturas afectadas, que son principalmente Fukushima, Ibaraki y Chiba. Hasta ahora no han existido límites legales para la radiactividad en este tipo de productos, por las pocas probabilidades de que acumulen una cantidad nociva de yodo radioactivo. El agua contaminada que está cayendo al océano procede de una grieta de 20 centímetros en un foso de contención en el segundo reactor.  Los intentos de sellar la estructura han fracasado hasta ahora.
Los técnicos inyectaron un colorante en un túnel del reactor 2 para intentar identificar el origen exacto de la filtración y el camino que sigue el líquido. Hasta el momento, esta medida no ha arrojado resultados.

Por adm