En Carcelén, los sitios de esparcimiento lucen desolados y albergan a delincuentes. Las soluciones no llegan a esa zona.
En el sector de Carcelén, al norte de Quito, varios espacios están descuidados. Es el caso de un parque ubicado entre las calles Alonso Sánchez y Juan de la Merced, al frente de la Unidad Nacional Antinarcóticos.
Este espacio, según comentan los moradores, se ha convertido en una enorme cantina para varios jóvenes y un centro de operaciones para los delincuentes que aprovechan la poca iluminación existente en el lugar para hacer de las suyas.
Iganacio Cevallos, tesorero del barrio, precisa que desde que vive en la zona, ninguna autoridad se ha hecho presente para darles una solución.
Señala que los juegos infantiles están en mal estado, la hierba ha crecido y no hay canchas para jugar al fútbol.
Los moradores se alarman cada día más, pues miran con espanto, como adolescentes, de algunos colegios cercanos, llegan para ocultarse en recovecos y consumir marihuana u otras sustancias.
Además, aseguran que la busura acumulada en el sitio, provoca un olor insoportable. Este espacio verde está abandonado desde hace 10 años.
Otras zonas, sí tienen obras
El pasado sábado, el alcalde Quito, Augusto Barrera, entregó 25 servicios de calidad en el sector de Calderón. En ese proyecto se refaccionaron parques infantiles. El Municipio capitalino invirtió cerca de 490 mil dólares en las nuevas adecuaciones.
Esto contrasta con los espacios verdes de Carcelén, ubicado a pocos kilómetros de Calderón. Lucen desolados y totalmente descuidados