Desde que el Alcalde de Quito inició su gestión, prometió mejorar la movilidad enla capital.
Varias han sido las medidas que ha tomado, pero lamentablemente movilizarse en esta ciudad, es una misión muy complicada. El ‘pico y placa’ resultó insuficiente, pues después de que se terminan sus horas y el contraflujo, resulta imposible llegar a tiempo a nuestro destino. Hay que añadirle también, que somos pésimos conductores y peores peatones.
Es común ver a personas corriendo entre los buses y esquivando los automóviles. No existe una cultura peatonal, ni el respeto a la vida propia, ni a la de los demás.
Es importante dejar de aplicar medidas paliativas que no solucionan el problema en esencia. Pero es primordial, que aprendamos a ser personas más conscientes y respetuosas.
La acción policial tampoco es eficaz. No hacen respetar las señales de tránsito. En fin, las soluciones, como en todo, deben ser integrales para que funcionen. Manos a la obra. Pero con urgencia. No hay más tiempo.