Han pasado 8 encuentros bajo el mandato del estratega caleño y no hay perfiles positivos a la vista. No se siente su mano. No hay un patrón de juego definido. La tricolor no exhibe un camino alentador. Es cierto, que Reinaldo Rueda no ha contado en todos los partidos con las piezas principales, por lesiones o por la participación de Liga y Emelec en la Copa Libertadores de América. Pero también es verdad, que hasta ahora no se nota ninguna conclusión. Sigue flotando en las aguas de la incógnita, una formación base. Dirán ustedes, que seguramente el colombiano lo tiene ya en la mente. Pero lo importante, no es que repose en su cerebro. Lo práctico es que el dibujo táctico y sus actores se perfilen en la cancha.
Hay muchos temas de funcionamiento que no se vislumbran todavía. La retaguardia está lejos de encontrar la pareja de centrales, dada la evidente intención de Rueda de eliminar de la nómina a ‘Bam Bam’ Hurtado y a la ‘Sombra’ Espinoza, considerando los aires de renovación que contempla este proceso, con un acertado enfoque. Tampoco están listos los laterales, entendiendo que Néicer Reasco y Ambrossi tampoco entran en los planes del técnico cafetero. Idéntico síntoma se siente en la vanguardia. Hay un arsenal a la mano, pero Rueda inexplicablemente, prendió sus ojos en Pablo Palacios, que está adormecido en Barcelona. Fue un acto de injusticia, marginar a Félix Borja, Cristian Suárez, Joao Rojas, Marlon de Jesús, ‘Mamita’ Calderón, que se merecen por largo una convocatoria, y están por encima del mimado ‘Cabezón’. Es bueno que haya cañoneros para escoger. Es malo que apuntemos erradamente y desperdiciemos partidos. En la media cancha no hay mayores dificultades, porque esa es la línea donde contamos con grandes jugadores. Igual situación se presenta en el arco. Hay un gran cuarteto para elegir a placer. Es preciso señalar que el tiempo se acorta, que la Copa América está a la vuelta de la esquina y que jamás aceptaremos una actuación discreta en Argentina, con el pretexto de que el gran objetivo que perseguimos es la clasificación al Mundial de Brasil 2014. No hay que dormirse en los laurales. A trabajar.
Por: Raúl Cruz Molina