Las fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego contra los manifestantes que protestan contra las leyes de emergencia. El vicepresidente del país, Faruq al Shara, ha declarado que el presidente Basar al Asad, anunciará en los próximos días una serie de decisiones que “agradarán al pueblo sirio”. Este anuncio llega después de que el Gobierno sirio culpara a un predicador islamista y a grupos armados de las crecientes revueltas en el país. Por su parte, el ejército reforzó sus posiciones en las calles de Deraa, donde se originó la protesta , y en Latakia, donde murieron 12 personas, y no tres como se creyó al principio, y más de 200 sufrieron heridas. Mientras la oposición, carente de líderes, intenta organizarse y convocar una huelga general, el Gobierno sigue prometiendo de forma vaga reformas políticas y el levantamiento de las leyes de emergencia vigentes desde 1963. Buthaina Shaaban, la asesora política del presidente Bachar el Asad, asumió de nuevo la función de portavoz para el extranjero y declaró que los violentos disturbios registrados en Latakia habían sido provocados por el jeque Yusef el Qaradawi, un popular y polémico teólogo suní egipcio, cuyo programa de televisión disfruta de una audiencia cercana a los 40 millones de personas. Al jeque se le atribuyen además las revueltas en Libia.
