Río de Janeiro, 27 mar (EFE).- El portero Rogerio Ceni, uno de los mejores que ha dado Brasil en los últimos tiempos, marcó hoy el centésimo gol de su carrera deportiva y estableció una marca que difícilmente puede ser igualada por otro jugador en su posición.
El portero y capitán del club Sao Paulo brasileño anotó su centésimo gol con el cobro impecable de una falta y garantizó la victoria por 2-1 a su equipo en el tradicional clásico con el Corinthians en partido por el Campeonato Paulista.
Ceni ha superado con mucho los registros de otros legendarios arqueros como el paraguayo José Luis Chilavert, autor de 62 goles, el colombiano René Higuita, quien marcó 52 tantos, o el mexicano Jorge Campos, que colgó las botas con 40 dianas en su haber.
El búlgaro Dimitar Ivankov, que sigue en activo a sus 35 años en las filas del Bursaspor turco, ha anotado 40 goles y sigue de lejos a la estela del brasileño.
La cuenta de Ceni es aún más espectacular si cabe, puesto que más de la mitad de los goles que ha anotado, 56 del total, han sido de tiro libre, y tan solo dos de ellos fueron en partidos amistosos.
Nacido hace 38 años en la localidad de Pato Branco (Paraná, sur), Rogerio Ceni jugó en su infancia al voleibol y al fútbol sala y tan solo se enfundó los guantes por primera vez a los 16 años, casi por casualidad, en un partido con amigos.
A gusto bajo los palos, engrosó las filas del Sinop, el modesto equipo de la ciudad homónima, ubicada en el extremo sur de la selva amazónica, adonde se había mudado con sus padres.
Tuvo éxito al ganar ese mismo año el torneo regional de Mato Grosso, por lo que llamó la atención de un equipo poderoso como el Sao Paulo, que se ha convertido en el club de su vida.
En sus primeros siete años en el Sao Paulo fue suplente de Zetti, portero que fue reserva de Taffarel en el Mundial de 1994, y en esa época comenzó a entrenar los tiros de falta.
En varias ocasiones Ceni ha recordado que decidió seguir al pie de la letra un consejo del legendario técnico Telé Santana, que le dijo que llegara a los entrenamientos media hora antes que el resto de sus compañeros para trabajar más.
Con tiempo de sobra y sin nadie con quien practicar, comenzó a ejercitar la puntería tirando faltas al larguero o a la escuadra para matar el tiempo.
Casi sin darse cuenta, se convirtió en un especialista en los tiros libres y en los lanzamientos de penalti, una habilidad con la que ha ayudado mucho a su equipo en estas dos décadas.
Ceni se estrenó como goleador en 1997, precisamente en el año en el que se afianzó en la titularidad, con un tiro libre en el minuto 45 de la primera parte de un partido contra el Uniao Sao Joao (2-0), por el campeonato regional de São Paulo.
Desde entonces, se ha convertido poco a poco en un ídolo de la afición, en el capitán y en el jugador que más partidos ha jugado en la historia del club, casi mil.
Además de su habilidad de goleador y su buen manejo de los pies, Ceni atesora una indudable pericia bajo palos que le ha valido seis premios al mejor portero de la Liga brasileña y hasta una nominación al Balón de Oro en 2007.
En aquel año apenas encajó 19 goles en los 38 partidos de Liga, un registro bajísimo, que se sumó a otras marcas dignas de mención, como el haber pasado 945 minutos consecutivos -nueve partidos enteros y parte de otros dos- sin encajar un gol.
Desde que es titular, el Sao Paulo ha ganado una Libertadores y un Mundial de clubes (2005), tres Ligas brasileñas (2006-08), tres campeonatos paulistas y otros torneos menores.
El guardameta se ha convertido en el líder indiscutible de su equipo y en el puntal de la defensa. Cuando el equipo sube al ataque, él juega fuera del área, como un líbero, apoyando la distribución del balón.
El club reconoce su liderazgo y, desde el año pasado, le rinde un homenaje cada día de partido en el estadio Morumbí, al poner por megafonía cuando entra el equipo su canción favorita, «Hells Bells» de los rockeros AC/DC.
Con la selección brasileña ha jugado apenas 17 partidos y una competición entera como titular, la Copa de las Confederaciones de 1997, pero después siempre ha estado a la sombra de Taffarel, Marcos o Dida.
Fue suplente de Marcos en todo el Mundial de 2002 y consiguió jugar unos pocos minutos en el de 2006, en la victoria de Brasil contra Japón por 4-1 en la fase de grupos. EFE