Por superpoblación, unos 150 perros mestizos, cuyos amos son indígenas de la etnia Nivaclé, fueron sacrificados por un comisario comunal de la colonia menonita Neuland, en Paraguay. Francesca Crosa, directora de la Sociedad Protectora de Animales, denunció que el sacrificio se hizo disparando armas de fuego contra los perros y que resulta una práctica inapriopiada. En tanto, el comisario menonita Jakob Regier, presunto autor de la eliminación masiva, aclaró que el sacrificio fue una orden de las autoridades y todavía quedan otros 400 perros que no reciben cuidados ni alimentación de sus amos.