La represión de las protestas causa cuatro muertos. Miles se apostan a las mezquitas protestando contra el régimen. Fuerzas del ejército sirio rodearon la ciudad sureña de Deraa, donde prosiguen las protestas contra la corrupción y la falta de libertad. Los militares establecieron puestos de control en los accesos a Deraa y varios cazabombarderos y helicópteros sobrevolaron la ciudad durante la jornada. Grupos islamistas se unieron a las protestas y existe la posibilidad de que la minoría kurda se sumara también a las mismas. El régimen sirio está controlado por la secta alauí, a la que pertenece el 12% de la población. La gran mayoría es suní. Los primeros síntomas del malestar social aparecieron en Damasco el 17 de febrero, con disturbios en el mercado central. La revuelta de Deraa comenzó la semana pasada, tras la detención de 15 colegiales que habían escrito frases revolucionarias en las paredes. Eran frases que habían aprendido gracias a las informaciones televisivas sobre los acontecimientos de Egipto. La represión y los muertos agudizaron la ira de la gente, que incendió la sede local del partido único Baaz, el Palacio de Justicia y una empresa del magnate Rami Makhlouf.
Gobierno promete cambios
El Gobierno sirio ha respondido con la promesa de reformas a la oleada de revueltas que ha tomado las calles, tras la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad. Ante miles de manifestantes que reclaman libertad, el Ejecutivo de Bachar el Asad ha prometido que mejorará el sistema de toma de decisiones del Gobierno.