Los hospitales ecuatorianos cada vez tienen mayores falencias. Es evidente la falta de trabajo sobre este sector, pero es innegable, que no data de hace algunas semanas que se descubrieron las irregularidades de las áreas de neonatología de los hospitales de Guayaquil, Loja y Santo Domingo de los Tsáchilas. Esta situación viene acarreándose desde hace muchos años. Quizá resulte precipitado una solución integral a este problemas, pues se requiere una planificación consensuada y estructurada para cambiar la situación. No es tiempo de buscar culpables solamente. Si bien es cierto, los responsables deben enfrentar su negligencia, también es importante que se busquen acuerdos entre todos los poderes estatales para enfrentar la crisis. El gobierno ha anunciado una mayor inversión para el sector de la salud. Es imprescindible, que esos recursos se viabilicen de manera correcta y esquiven los intereses personales, económicos y políticos de quienes no sienten la necesidad de que mejoren las cosas.