Los gobiernos y las embajadas en Tokio de varios países han pedido a sus ciudadanos que abandonen Japón. Ante el temor al aumento de los niveles de radiación en Tokio, la comunidad internacional ha comenzado a tomar todo tipo de medidas para prevenir las consecuencias impredecibles de una eventual catástrofe nuclear. Varias compañías aéreas han cancelado vuelos, empresas multinacionales han evacuado a sus trabajadores, los Gobiernos recomiendan a sus ciudadanos salir de las zonas afectadas, e incluso embajadas enteras se trasladan de la capital al sur del país. Desde entidades como BNP Paribas y Morgan Stanley, hasta multinacionales como BMW y Continental, están evacuando a buena parte de su personal de Tokio y trasladándolo sobre todo a Nagoya u Osaka, o bien sacándolo fuera del país. Entre los Gobiernos también ha comenzado a cundir el pánico. Estados Unidos ha anunciado que enviará un avión para ayudar a sus ciudadanos a salir de Japón, y ha autorizado a los miembros de la Embajada a dejar el país si lo desean. Rusia ha puesto en marcha un plan de evacuación de los familiares de sus diplomáticos. La tensión aumenta.
Se acercan a 15.000 víctimas
Japón continúa con el recuento de víctimas del terremoto. Con cada nuevo balance, los pronósticos se confirman y aumenta el número de víctimas. Las últimas cifras oficiales estiman que hay 5.198 muertos y unos 8.600 desaparecidos. Se han evacuado a más de 26.000, la mayoría de ellos cerca de las centrales nucleares dañadas.